martes, 24 de julio de 2007

Meditación para Lughnasad

Les dejo la primera de tres meditaciones diseñadas por diferentes personas, que van de la mano con la temporada, acuérdense del paso previo de la respiración para poder realizarlas.

1. Meditación de Christine Elliot: En esta meditación nos acercaremos a la tierra, de dónde vinimos, dando una mirada a nuestro interior para saber el cambio que debamos realizar para realzar nuestras vidas mientras que el año se mueve en el otoño.

Estas acostada en la tierra, el sol caliente brilla en sobre tu cara, cierra tus ojos, sólo dedicate a sentir el calor en tu piel, el olor caliente de la tierra y de la hierba alrededor. Cerca, se puede oír el canto de los pájaros, y hay una corriente de agua apenas al alcance del oído. Pon atención ¿Puedes oírla? Escucha cuidadosamente, siente como tus sentidos se intensifican y todos los detalles a tu alrededor los puedes captar.

Levántate abre los ojos y levántate, mira a tu alrededor, estás en un prado, cerca a un espino, mira como se llena de repente de flores, como crecen los arbustos, mira como las bayas se forman, verdes al principio y mira como van cambiando lentamente antes tus ojos en negro. Las primeras frutas y pronto el alimento de los pájaros.

Empieza a caminar con los pies descalzos, levanta la vista y mira a lo lejos una pequeña colina, ve para allá y empieza a subirla, siente el calor del sol que te acompaña, siente la tierra debajo tuyo disfruta cada momento, ve lentamente, escucha el paso del agua del riachuelo.

Cuando alcanzas la cima de la pendiente descubres una vista encantadora, un prado sin fin, una hierba verde manchados con margaritas y tréboles, múltiples colores, vívidos colores, y a su izquierda una formación de árboles, con un pequeño riachuelo fluyendo delante de ellos, te gusta el lugar, te sientes a gusto en el, te sientes bien.

Ve hacia el riachuelo, el agua está clara y puedes ver los guijarros brillantes en el fondo, miras un árbol, ve hacia él, siéntate que su sombra te acobija, y estira tus pies, y con tus dedos toca el agua. ¿Está fría o caliente?, recuerda que el sol está brillando y que con él en el firmamento no tendrás frío. Respira profundamente y nota el olor de la tierra madre, ¿cómo es? ¿te recuerda a algo? ¿a qué?

Respira profundamente y piensa en lo que has hecho este año, cuales fueron los éxitos sonríe, has hecho las cosas bien, las cosas en las que has trabajado difícilmente han recibido su recompensa.

Vuelve a concentrarte en el calor del sol, siente el agua fría entre tus dedos del pie, ahora honestamente piensa en las cosas que no se han resuelto qué has hecho para resolver esas cuestiones, cómo has trabajado, piensa en las cosas que se pueden hacer de diferente manera. El frío en sus dedos del pie es la realidad fría de las cosas que deben ser hechas frente, y eres demasiado importante como para perder tu energía en las cosas que no se están resolviendo, en las cosas que se están estancando.

Respira profundamente por un momento. Incorpórate lentamente, y mira la corriente, siempre fluyendo, siempre cambiando, como la vida es. Toma un pequeño guijarro, míralo cuidadosamente, observa cada cambio de color, cómo la luz brilla sobre ella, póngala en su bolsillo; está allí para recordarle sus fuerzas y debilidades, de modo que cuando despiertes de este sueño puedas recordarla y actuar. Escucha la delicada melodía del agua, empieza a caminar ve hacia las margaritas, siente como tus pies comienzan a secarse, escoge algunas margaritas, dando gracias a la tierra de madre, a ella no le importará de que usted los ha escogido; de sus vástagos tejerás tus ideas para mañana. Comienza a tejer los tallos juntos, haga una cadena de margarita, piensa cuál ha sido un éxito para usted, en que no puedes avanzar, tranquilamente sigue tejiendo, estás tejiendo tu mañana, las ideas que utilizarás, muchas ideas fluirán a tu cabeza, no te mortifiques si no las entiendes, para recordarlas sólo guarda tu tejido

Es hora de volver, regresa a la punta de la colina, agradece los dos regalos que llevas, da un último vistazo a este paraíso, inhala profundamente, siente los olores, escucha a la naturaleza, date vuelta y comienza a bajar, regresa al prado de bayas, visualiza el árbol que notaste cuando llegaste, ve a él y siéntate a su sombra, cierra tus ojos, huele la tierra, siente el sol, escucha a los pájaros, respira profundamente, sabes que puedes volver a este lugar hermoso en cualquier momento.

Has aprendido hoy algo sobre las frutas de tu vida, y puedes ser feliz con este conocimiento. Respira lentamente y profundamente, ya puedes comenzar a oír los sonidos alrededor de este mundo, abre lentamente los ojos.