sábado, 4 de agosto de 2007

Representaciones de la diosa

A través de las representaciones encontradas en diferentes partes de Europa, historiadores y antropólogos han estudiado a diversos animales en que se percibía la imagen de la diosa, distinguiéndolos como presencia divina, he aquí algunos ejemplos de esto:

  • El cerdo, su ciclo vital constituía una imagen de la fertilidad de la tierra, dado que este animal crece muy de prisa, tiene numerosas crías y parece "arar" al horadarla con el hocico la tierra, estatuillas con esta forma han sido encontradas y que datan aproximadamente del año 3000 a.C., que se anticipa a Isis; más tarde, esta última se representa pariendo sobre el lomo de un cerdo. A la muerte también se le imaginaba mediante este animal, en muchos países el jabalí trae lamuerte, en Babilonia, en una versión de la historia de Tammuz, amante de la diosa Istar, a éste le mata un jabalí, lo mismo le ocurría a Atis en Anatolia. En Egipto, Set, quien ya había dado muerte a su hermano Osiris, estaba cazando el jabalí enuna noche de luna llena, cuando descubrió el cuerpo de Osiris y lo desmembró. En Grecia, Adonis, el amante de Afrodita, en una tradición similar, fue corneado y matado por un jabalí mientras cazaba. En el festival de la cosecha de las Tesmoforias, en Grecia, se arrojaban cerdos a fosas y se desenterraban los restos del cerdo ofrecido en sacrificio el año anterior. En los Misterios Eleusianos se sumergía en el mar a lechones que eran sacrificados después, en representación, quizá, de la vida vieja que tenía que morir para que el iniciado pudiese renacer.
  • El Oso, donde el afecto del animal por sus crías es percibido como un sentimiento tan propio del animal como del ser humano, evoca la naturaleza de la maternidad, la imagen de la madre como fuente y lo que proviene de la fuente que es el hijo como ciclo de la vida constantemente renovado (estatuilla con esta figura se relacionan con la cultura Vinca).
  • La cierva, su carácter sagrado podría provenir de la importancia del ciervo y del reno como fuentes de alimento en el Paleolítico, debido a la rapidez con que crece su cornamenta, simboliza la fase creciente de la luna y, por lo tanto, el principio generador de la vida. Los chamanes, hombres y mujeres, siempre han llevado las astas de los ciervos como parte de su atuendo y han sido utilizados en rituales con las que se celebraba la llegada de la primavera. Los cazadores de las zonas más remotas del norte de Europa aún poseen una imagen de la gran madre del universo en forma de hembra de alce o de reno, y sus mitos hablan de madres, embarazadas y con aspecto de ciervas, con la cornamenta de un reno sobre sus cabezas y pelo de ciervo cubriendo sus cuerpos.
  • El Perro, pertenece a la diosa como guardián de sus misterios, en Grecia es el animal consagrado a Hécate, la diosa de la fase oscura de la luna, de las encrucijadas y del inframundo. En las vasijas Cucuteni del este de Rumania y del oeste de Ucrania, unos perros custodiaban un árbol, situado en el centro para representar al árbol de la vida, que alguna vez simbolizó a la diosa misma. Este animal también aparece con la oruga sobre las vasijas de la vieja Europa, con lo que se convierte en una imagen de la muerte y del renacimiento. En civilizaciones posteriores los perros custodian el umbral que separa los reinos de los vivos y de los muertos, en Egipto el dios chacal Anubis, se convierte en el guía de las almas de los fallecidos cuando se dirigen hacia el inframundo, y toma parte activa en sus transformaciones; en Grecia, el perro tricéfalo, Cerbero, que guarda la entrada al reino de los muertos.
  • La mariposa, imagen de la transformación, dos aspectos en una misma forma de vida, la una una nacida de la otra, de ahí que se conviertiera en una imagen de regeneración de vida a partir de una forma ya gasta y, análogamente, de la supervivencia del alma tras la muerte del cuerpo.
  • La abeja, al igual que todo insecto que hila capullos o que teje telas, sirven de imágenes de la milagrosa interconexión de la vida, la estructura que segrega la esencia de la vida, es una imagen de la red de naturaleza invisible que relaciona todas las cosas entre sí conformando una estructura ordenada armónicamente, quizá sea éste el significado del relato que cuenta como Zeus, de niño, se le alimentaba en Creta con miel y el porque es esta sustancia el néctar de los dioses. En el Neolítico, la abeja madre, a la que el resto de las abejas sirve durante su breve vida, era una epifanía de la misma diosa, como en Creta donde la diosa y sus sacerdotisas, vestidas de abejas, fueron representadas bailando juntas en un sello de oro sepultado junto a los muertos. La colmena era su útero y probablemente también una imagen del inframundo (una creencia común en Grecia y en Roma era que la abeja nacía del esqueleto de un toro sacrificado y de que ambos pertenecían al poder regenerador de la luna).

(Fuente: Baring A. & J. Cashford, El mito de la Diosa)